Qué hacer si mi hijo se lesionó en el patio de la escuela

Cuando enviamos a nuestros hijos a la escuela, no esperamos que les suceda un accidente durante el tiempo que están allí, por lo que recibir una llamada de la escuela para informarnos que se han lesionado puede ser muy estresante.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en los Estados Unidos, alrededor de 20 000 niños se lesionan en los parques infantiles cada año. De todos los accidentes que ocurren, aproximadamente la mitad de las lesiones se consideran graves, incluidas conmociones cerebrales, fracturas internas y huesos rotos. Por otro lado, reportes indican que el 75% de estos accidentes se deben a resbalones/tropezones y caídas.

Los niños corren, juegan y suben y bajan sin considerar la posibilidad de lesionarse. Muchas de las lesiones que se producen en los parques infantiles son simples accidentes, consecuencia de la actividad de los niños; sin embargo, algunos pueden ocurrir si el equipo falla o la escuela no ha supervisado ni mantenido el equipo correctamente.

En el caso de que el diseño deficiente o el mal funcionamiento del equipo sean la causa de un accidente, el fabricante también podría ser considerado responsable en virtud de la ley de responsabilidad por productos defectuosos. Si su hijo se lesiona mientras está en la escuela, es importante seguir los pasos que se describen a continuación:

• En primer lugar, debe asegurarse de que su hijo reciba el tratamiento médico adecuado para sus lesiones lo antes posible. Esto puede ayudarlo a tener evidencia de las lesiones que sufrieron, y el médico puede ayudarlo a comprender cómo se causó la lesión y sus posibles consecuencias, y la atención futura.
• Hable con los maestros y las personas que supervisan a los niños en el patio de recreo. Pregúnteles cómo ocurrió el accidente, quién fue la primera persona en notarlo, qué tipo de cuidado le dieron a su hijo y las posibles acciones que podrían tomar como consecuencia.
• Hable con su hijo. Pídale a su pequeño que le cuente lo que pasó. Asegúrese de hacerlos sentir seguros y protegidos, reafirmándoles que no deben tener miedo de contarle lo que sucedió. De esta manera, podrá darse cuenta si hay inconsistencias en ambas historias.

No dude en ponerse en contacto con nosotros si cree que el accidente puede deberse a una mala supervisión por parte del personal de la escuela o al mal funcionamiento del equipo. Lo ayudaremos a responder sus preguntas legales y le informaremos si tiene un caso sólido para comenzar un proceso legal. ¡Llámenos hoy!